16/08/2005

Exhumaciones

Exhumaciones
En estos días es necesario revisar varias veces la fecha que declaran los diarios en la fachada de cada entrega. El ejemplar de esta mañana sostiene que hoy es lunes, 15 de agosto de 2005, pero las notas que aparecen aquí sugieren que estamos en otro tiempo, que no hemos terminado el siglo XX y que nos hemos instalado en algún verano de los años setenta o en alguna semana del ochentaytantos. De pronto parece que los cambios que hace unos meses festejábamos se han escondido. Lo que hoy resalta como noticia son las múltiples reapariciones del pasado. En estos días se repiten escenas que vimos mil veces y que, por un breve paréntesis, dejamos de ver. Resurgen lenguajes olvidados; las ideas más rancias se desentierran y se venden como si fueran fruta fresca; retornan los relegados. El presente ha dejado de ser el espacio de la innovación para ser campo de las exhumaciones. Distintas versiones del pasado se disputan el país. Nadie escucha la interpelación del presente. Al parecer, los hombres de ayer, las ideas de ayer, los estilos de ayer tienen mucho futuro entre nosotros.
El brazo sindical del PRI se ha renovado. Tras la muerte del secretario general de la CTM, la corporación no encontró mejor hombre que Joaquín Gamboa Pascoe. La votación a su favor habría sido unánime de no ser por la abstención del otro candidato a ocupar el puesto: el senador Romero Deschamps. Las declaraciones iniciales del dirigente de 78 años de edad fueron muy interesantes. El nuevo líder cetemista aseguró enfáticamente que el movimiento obrero organizado no se quebrantaba ni se dividía. Minimizó las diferencias que habían surgido con los petroleros y convocó a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional de la central a trabajar por mantener la unidad del movimiento obrero y a luchar a favor de la clase trabajadora. De inmediato reiteró el respaldo decidido de los trabajadores de México a Roberto Madrazo. Esto pasó hace apenas unos días, no unas décadas.
Evidentemente también hay cosas que han cambiado. En el PRI, por ejemplo, hay transformaciones notables. Ya no es una sola persona quien decide su candidatura a la presidencia. La postulación tricolor está en el aire. El representante priista será elegido por los militantes—bueno, es un decir. Lo que vale reconocer es que el presidente del PRI enfrenta la oposición abierta del gobernador del Estado de México quien ha rescatado una peculiar forma de hacer política. El retador es un político que ha revivido una añeja tradición nacional que en mala hora cayó en desprestigio: enaltecerse a través de la obra pública. El gobernador Montiel está tan orgulloso de su contribución histórica al desarrollo del Estado de México, que se ha empeñado en estampar su nombre en las realizaciones gubernamentales más vistosas. Y no simplemente en aquellas placas que se acostumbraban a la entrada de los edificios públicos sino con el bautizo de las obras principales de su gestión con su propio nombre. Distribuidor Vial Arturo Montiel; Centro Médico Arturo Montiel; Libramiento Arturo Montiel. Y para mostrar a las nuevas generaciones que la labor gubernamental no es tarea solitaria, el nombre de su esposa también ha sido inmortalizado. El hospital de Atlacomulco lleva el nombre de la señora Maude Versini de Montiel. No rescato anécdotas del México de hace treinta años, registro lo que los diarios de estos días reportan.
En el PRI habrá competencia entre dos representaciones del pasado pero no ha desaparecido el candidato único de la escena política mexicana. Ya no es priista sino perredista. El candidato único del PRD hace estos días campaña sin necesidad de hacerla. No enfrenta en su partido ninguna oposición. Quienes trataron de impulsar su aspiración detectaron que no había condiciones para enfrentar al aclamado candidato. El candidato único empieza su desfile triunfal por el país y ofrece como programa de gobierno un listado de propósitos que se fundamenta exclusivamente en el poder mágico de su voluntad. Las apuestas son el carisma de un personaje iluminado, un nacionalismo que pretende ampararnos de las amenazas del exterior y de las avaricias del interior y una renovación moral que habrá de desinfectar definitivamente el espacio público. Quien cuestione la viabilidad económica de su proyecto se ubicará de inmediato en la trinchera de los adversarios. A ellos espetará una y otra vez su muletilla: al terminar el derroche, los privilegios y la corrupción habrá dinero para todo. De vuelta al discurso de la voluntad irrestricta. Otra vez el lenguaje del salvador que lo puede todo, la ceguera de quien no quiere abrir la ventana al mundo ni hacer cálculo de costos. No estoy desenterrando promesas setenteras, comento la plataforma de Andrés Manuel López Obrador para el sexenio 2006-2012.
Los panistas parecen estar regresando también a tiempos antiguos. Pelean por una candidatura que puede llegar a ser simplemente testimonial. El feliz regreso a la dignidad opositora. Las dificultades del candidato del presidente atraen ahora la atención del público, pero todo indica que el premio de la candidatura panista significará el año que viene lo mismo que significaba hace veinte años: la preferencia de una franja territorial y demográficamente estrecha sin posibilidad de triunfo nacional. Pero no solamente se percibe el retorno panista en esa probable marginación electoral sino en la incapacidad de ese partido para abrazar un lenguaje moderno y auténticamente laico. El discurso contemporáneo de un partido de centro derecha de nuestros días. Al fijar su postura frente a la píldora del día después, Acción Nacional mostró sus lealtades. Si hay que escoger entre las conclusiones de la ciencia y las intimidaciones del púlpito, el PAN no dudará: respaldará a la iglesia católica. Para los panistas, Ratzinger resulta una autoridad científica más confiable que la Organización Mundial de la Salud. Es significativo que ningún precandidato panista haya tenido el valor de confrontar esa voz del poder eclesiástico y se haya afiliado a una causa que ni siquiera el Partido Popular español respaldaría. No hablo de los conservadores del siglo XIX, hablo de los panistas de hoy.
Si sorprenden e indignan tanto estos atascos y retrocesos mexicanos es porque el mundo tiene prisa y no está muy dispuesto a esperarnos. Estados Unidos se mueve; inventa, innova. China crece a un ritmo desconocido en la historia de la humanidad. La India se despega de su atraso, logrando reducir a la mitad los niveles de pobreza que tenía hace un cuarto de siglo. Europa progresa y se integra. Europa central vive una revolución extraordinaria. Cierto: los europeos también se marean con el cambio y se detienen para pensar el rumbo. Pero cambian. Frente a estos vuelos, México está congelado: ni sus ideas, ni sus hombres, ni sus prácticas son contemporáneas. Raptado por estos intendentes del pasado, el país no descansa en la tranquilidad de sus rutinas: vive apaleado por las sacudidas del deterioro.


Eugenio Montejo Reflexión sobre el destino de la poesía

Eugemio Montejo – Reflexión sobre el destino de la poesía.
Al cabo de todea tentativa por aclararnos el hallazgo original de la obra, de su repercusión que concierne a sus custodios tácitos, cada uno segrega, como la araña, su parte de luz y de nieble, queriendo elevarla tal vez a más aire, según la oblicuidad de us ventana, el límite de su devoción y su frágil mirada en la tierra.

08/08/2005


Do not call Posted by Picasa

This page is powered by Blogger. Isn't yours?